Presentación de UNA BALA CON MI NOMBRE de Susana Rodríguez Lezaun por Miguel Izu

El pasado 26 de septiembre Susana Rodríguez Lezaun presentó en Pamplona, su ciudad natal, su cuarta novela, Una bala con mi nombre. Tras la exitosa trilogía protagonizada por el inspector de policía David Vázquez (Sin retorno, 2015, Deudas del frío, 2017, y Te veré esta noche, 2018), en esta ocasión ha escrito un thriller ambientado en Boston.

En diálogo con el escritor Carlos Ollo Razquin explicó que, después de tres novelas negras, la tercera muy negra con un ambiente muy opresivo y una trama dura, necesitaba descansar y respirar, y para divertirse ha escrito un thriller clásico, que es lo que más le gusta y le entretiene como lectora, y en el que no inventa nada sino que sigue todas las convenciones del género para hacerle un homenaje. Como parte de ese homenaje, los personajes secundarios de la novela llevan nombres de personajes de las películas de Alfred Hitchcock. Sus novelas son muy cinematográficas, muy visuales, porque escribe las escenas una vez que las ve y las escucha en su cabeza.

Precisamente por cambiar, esta novela tiene una protagonista que no es policía, es poco convencional, una mujer solitaria de 40 años dedicada a su trabajo de restauradora de arte. El personaje, Zoe Bennett, tiene muy poco de la autora, que es muy sociable y le encanta estar con la gente, lo único en común de ambas es ser tenaces y echadas para adelante, y el gusto por el arte. También cambia de estilo, desde el narrador omnisciente en tercera persona a la primera persona de la protagonista, aunque le haya costado cierto esfuerzo ya que limita más la narración, y un cambio de escenario, de Navarra a Boston. En realidad, aclaró Susana, el cambio de entorno no es tan radical, prefirió Boston a otra ciudad como Nueva York o Washington porque es una ciudad de tamaño medio, a nivel norteamericano, como lo es Pamplona respecto a España. Por otro lado, el paisaje que le rodea, boscoso y de carreteras sinuosas, también es similar. Pero, esencialmente, se decidió por Boston porque es la ciudad de Aerosmith, su grupo favorito, se confiesa muy rockera. Ha podido documentarse gracias a internet, todos los lugares que aparecen en la novela son tal y como los describe, incluso pudo acceder a los planos del Museo de Bellas Artes de Boston ya que están colgados en su web a raíz de la remodelación que hizo Norman Foster. Las joyas expuestas allí, objeto de un robo, también son reales, siguen pudiéndose ver en el museo.

La vida de la protagonista cambia cuando, en una fiesta del museo en el que trabaja, conoce a un camarero mucho más joven, Noah, de 26 años, un “pícaro vividor”, con quien inicia un romance. Este personaje está creado muy conscientemente como reivindicación, a Susana le molesta mucho la hipocresía social de aceptar y aplaudir que un hombre mayor mantenga relaciones sentimentales con mujeres jóvenes, pero que se critique que una mujer mayor lo haga con hombres más jóvenes. Y como hay un romance, también hay sexo (pregunta que inevitablemente se hace en las presentaciones de libros en Pamplona).

Preguntada sobre qué le gusta más de escribir, Susana citó la frase de Dorothy Parker: “Odio escribir, me encanta haber escrito”. Le cuesta ponerse a escribir, procrastina mucho, pero disfruta enormemente del resultado. Escribir supone mucho esfuerzo, hay que meter muchas horas para conseguir unas pocas páginas… y luego el lector dice que se ha ventilado el libro en un par de días.

A preguntas del público, Susana dijo que le hace mucha ilusión que por primera vez el título lo ha puesto ella; que la novela no va a tener continuación, es autoconclusiva, al no tener un protagonista policía continuarla sería como la serie de la señora Fletcher, que hay que forzar un crimen en cada capítulo; que en la próxima novela, sobre la que no quiso desvelar nada, volverá a Pamplona, aunque no al inspector Vázquez.

Para finalizar la presentación, Carlos Ollo, recordando la práctica del escritor Bernard Pivot en su famoso programa de televisión Apostrophes (como profesor de francés, Carlos es irremediablemente afrancesado), sometió a Susana a una adaptación propia del cuestionario de Proust:

—¿Principal rasgo de tu carácter? La tenacidad. No cabezonería, tenacidad.

—¿Qué cualidad aprecias más en una persona? La franqueza.

—¿Qué esperas de tus amigos? Que estén, cuando hacen falta, y cuando me necesiten, estar yo.

—¿Tu principal defecto? La impaciencia, lo quiero todo para ayer.

—¿Tu ocupación favorita? Charlar, con mi familia, con la gente, con mis amigos… Más que leer, me gusta la gente “viva”.

—¿Tu ideal de felicidad? En la playa, a la sombra, en una tumbona, con un buen libro y un mojito.

—¿Cuál sería tu mayor desgracia? Perder a alguien querido.

—¿Tus tres autores favoritos en prosa? Gabriel García Márquez, Almudena Grandes y … ¡Tengo muchos! Rosa Montero.

—¿Y tus poetas? Soy muy clásica: Machado, Hernández y Antonio Gala, que es superelegante.

—¿Un héroe de ficción? Superman, en mi infancia sus efectos especiales eran lo más.

—¿Una heroína? Las amazonas, desde que leí un libro sobre ellas siendo muy joven.

—¿Tu compositor favorito? Fito Cabrales.

—¿Tu pintor preferido? Mi madre.

—¿Tu héroe de la vida real? Cualquiera de los que cruzan el mar en patera y se juegan la vida para llegar al paraíso.

—¿Qué hábito ajeno no soportas? La impuntualidad injustificada.

—¿Qué es lo que más detestas? Que me tomen por tonta… como hacen ciertos mecánicos cuando ven llegar al taller a una mujer de mediana edad y dan por hecho que no sabe nada.

—¿Una figura histórica que te ponga mal cuerpo? Hitler.

—¿Qué don de la naturaleza desearías poseer? Volar.

—¿Qué superpoder te gustaría tener? El de la ubicuidad, muy útil para madres.

—¿Qué defectos te inspiran más indulgencia? Las mentirijillas piadosas.

—¿Cómo te gustaría morir? Como Carrillo, un cigarrito (aunque no fumo), me voy a echar la siesta, y hasta siempre.

Ficha:

Una bala con mi nombre

Susana Rodríguez Lezaun

HarperCollins, 2019

ISBN: 978-8491393894

304 páginas, 22 cm., tapa blanda

Sinopsis:

Zoe Bennett tiene una vida anodina y rutinaria. A sus cuarenta años, es una mujer seria, solitaria y con un pasado triste, que se refugia en su trabajo como restauradora en el prestigioso Museo de Bellas Artes de Boston. En una aburrida fiesta para conseguir donaciones conoce a Noah, un jovencísimo y atractivo camarero con el que, casi sin darse cuenta, inicia una alocada y tórrida relación. ¿Demasiado bonito para ser verdad? Eso parece.

Una noche, Noah la convence para que visiten el taller de restauración cuando el museo ya ha cerrado sus puertas. Horas más tarde, la tranquilidad de su vida estalla en mil pedazos para convertirse en un peligroso torbellino de avaricia y violencia donde no podrá fiarse de nada ni de nadie y que despertará en ella unos instintos y una fuerza de voluntad desconocidos hasta entonces.

 

Artículo: Miguel Izu, 2019.

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