LAS MADRES de Carmen Mola por Antonio Parra

Título

Las madres

 

 

Datos publicación

Alfaguara Negra. Madrid 2022. 464 págs.

 

Datos del autor

 

 

Carmen Mola es el misterioso seudónimo con el que tres autores -Antonio Mercero, Agustín Martínez y Jorge Díaz- decidieron firmar su primera novela escrita a seis manos, sin darse a conocer públicamente. La novia gitana (2018) inauguró la serie protagonizada por la inspectora Elena Blanco. Traducida en más de quince países, la serie se completó con otras dos entregas igualmente aclamadas: La Red Púrpura (2019) y La Nena (2020). Ahora llega la esperada cuarta entrega de la serie Elena Blanco, titulada Las madres.

 

Sinopsis de la obra

 

La inspectora Elena Blanco atraviesa el depósito de la Grúa Municipal Mediodía II de Madrid hasta llegar a una vieja furgoneta que expele un olor putrefacto. Dentro está el cadáver de un hombre atado a una silla, con un burdo costurón que asciende del pubis al abdomen. Los primeros resultados de la autopsia aclaran que a este toxicómano reincidente le arrancaron algunos órganos y le colocaron en el vientre un feto de casi siete meses. Los análisis de ADN revelan que se trata de su hijo biológico. A los pocos días, la Brigada de Análisis de Casos se desplaza a la zona portuaria de A Coruña, donde el cuerpo de un asesor fiscal de sesenta y cuatro años ha sido asesinado con el mismo modus operandi. ¿Qué relación existe entre las dos víctimas? ¿Y dónde están las madres de los bebés?

 

Reseña

UN PASO MÁS

 

            Había muchas lenguas afiladas esperando, muchas hachas levantadas, todas las que, tras aquel sorpresivo premio Planeta, anhelaban saborear algo más de sangre. Este país es así de cainita y ofendido, la ofensa de los tres hombres haciéndose pasar por una mujer para muchos fue un pecado demasiado sucio, aunque no haya sido la primera vez ni seré, quizá, la última, y aunque hayamos visto también casos inversos, mujeres firmando con nombres masculinos, eso sí, por razones algo más duras que lo puramente literario.

            Así se mostraba el panorama, sobre todo porque en algunos sectores La bestia tampoco había estado a la altura de la serie de Elena Blanco. En fin, podríamos estar horas reflexionando sobre estas y otras cuestiones, pero nos saldríamos de lo literario, y aquí estamos para valorar obras, no otros aspectos. Por eso hablar de Las madres es bastante fácil, es decir, resulta sencillo analizar una novela cuando cumple los requisitos de una buena novela negra, tanto en trama como en ritmo, y cuando logra, una vez más, encadenar al lector a sus páginas.

            El equipo de la BAC, al mando de la inspectora Elena Blanco, las ha pasado canutas, ha recibido incluso golpes de todos los colores, tanto dentro como fuera de las tramas, pero ahí sigue, sobreviviendo aunque lleguen heridas nuevas, recordando y lamiéndose las antiguas, y en el ojo del huracán del sector policial  durante toda la novela, un sector que sigue viendo a la brigada como una peligrosa amenaza.

            Si hablamos de trama y de ritmo, tampoco podemos olvidarnos de lo social, porque tanto en las tres novelas anteriores como en esta, el trío de autores pone el foco siempre sobre más de un tema preocupante, y de eso vive también la novela negra. En este caso, se han acercado a la corrupción policial, a las muertes de mujeres en México, las mafias y la gestación subrogada, sin olvidar que todo ello puede ser aprovechado para quien se empeña en ostentar el poder, ya sea social, delincuencial o policial.

            No sé si los puristas, que los hay, volverán a tirarles al cuello a Antonio Mercero, Jorge Díaz y Agustín Martínez, pero la novela es intensa, atractiva, dinámica y capaz de atrapar al lector desde su inicio. Que tiene algunos pasajes en los que la violencia puede rozar lo extremo, sí, y cualquiera que no tenga muerta su sensibilidad lo sufrirá, pero esa violencia es necesaria para entender la verdadera dimensión del conflicto, de la trama principal.

            Ah, y por si alguien quiere seguir hablando de ligereza, hay hilos, antiguos y futuros, que afectan a varios miembros de la BAC, no solo a Elena Blanco. Zárate, Reyes, Mariajo, Orduño, Manuela, tienen el alma dolorida y en cualquier momento pueden recibir una herida del destino. No son marionetas ni criaturas de aliño, y si piensan lo contrario les conmino, primero, a leer las entregas anteriores si aún no lo han hecho, pero también a leer la próxima, porque este camino aún tiene recorrido por delante.

 

©Reseña: Antonio Parra Sanz, 2022.

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