Entrevista a Prado G. Velázquez por Beckett & Hawk
Prado G. Velázquez se ha convertido por méritos propios en una escritora imprescindible para el género negro de este país. Alguien que ha sabido llevar a sus novelas toda la carga personal y reivindicativa que todo lector exige a este género. Por eso Solo Novela Negra abre sus puertas para que pasen y vean a esta escritora que ha sabido ganarse el reconocimiento de un público que siempre aspira a ir un poco más allá.
- Solo Novela Negra – ¿Cómo alguien como usted se hace escritora, y más concretamente de Novela negra?
- Prado G. Velázquez – ¿Alguien como yo? Cualquiera que tenga el don de la escritura puede “hacerse” escritor, desde un punto de vista profesional, que es el que publica. Porque escritor es el que escribe, y yo lo hago desde la infancia. Ya en el colegio superé dos fases de un concurso de narrativa que la marca Coca-cola promovía a nivel nacional, y en el instituto gané varios Juegos Florales. Otro tema es publicar; pero si lo que escribes tiene calidad y te armas de paciencia, al final aparece la editorial que decide apostar por tu trabajo. El género negro me ha atraído desde siempre. Recuerdo el entusiasmo que me provocaban las películas de Hitchcock y los libros de Agatha Christie. La intriga y la psicología de los personajes en situaciones extremas o enfrentados al hecho criminal es algo que me apasiona. Todos tenemos un lado oscuro. Mi forma de explorarlo es a través de este género.
- SNN – Me gustaría preguntarle por el papel de la mujer en la novela negra y la muerte del cliché femenino clásico.
- PGV – Es obvio que el papel de la mujer en la novela negra está cambiando, como lo hacen los tiempos. La novela negra se nutre de la actualidad y de la sociedad. Si en pleno siglo XXI se siguiera reproduciendo el arquetipo clásico femenino, no sería verosímil. Hace ya muchos años que las mujeres iniciamos el camino del empoderamiento y esto se ve reflejado en los personajes femeninos. Hemos pasado de leer personajes planos de víctimas, esposas o amantes abnegadas y femmes fatales sin escrúpulos, a leer personajes complejos, fuertes, resolutivos, empoderados e independientes, tanto en un lado como en otro de la ley. Y si recurrimos al estereotipo, como yo misma en mi novela En blanco y negro, lo hacemos de forma consciente para darle una vuelta de tuerca, para exponerlo, retorcerlo y enriquecerlo. Ha sido una transformación: personajes femeninos secundarios o meros adornos, muletillas de los masculinos; ahora las mujeres son secundarios potentes o protagonistas. Esto no pasa porque sí, no llegamos de repente a finales del s. XX y brotan de la nada . A lo largo de los años, han existido autoras que han sido la excepción en la regla no oficial, algunas escritoras (ninguneadas) anglosajonas de finales del s. XIX, como Catherine Louisa Pirkis (1893, personaje Loveday Brooke) o Mary E. Wilkins (1895, personaje Sarah Fairbanks); ya en el s. XX, D. James (personaje Cordelia Gray), Sue Grafton (Kinsey Millhone) o, en España, María Antonia Oliver, Lourdes Ortiz y Alicia Giménez-Bartlett… Gracias a estas pioneras y valientes autoras, hoy tenemos un abanico más amplio tanto de autoras como de personajes que dan (damos) una visión del noir más femenina ―incluso feminista―, con personajes poliédricos que se alejan definitivamente del cliché clásico.
- SNN – Cada vez en los últimos tiempos hay más escritoras que deciden por unirse a este género, y entre ellas usted ¿Las mujeres están revolucionando la novela negra?
- PGV – Revolución sería que no me hicieras esta pregunta, que no fuera un dato curioso que las escritoras escribiéramos negro-criminal. El término revolución implica cambio brusco y radical: que se igualara el porcentaje de obras publicadas, las ventas, el protagonismo mediático, el acceso a nominaciones y premios, etc., entre autores y autoras. Nada de esto está sucediendo, así pues, no es una revolución si no una evolución: las escritoras estamos explicando las historias desde un punto de vista distinto al habitual, desde la perspectiva de género; estamos actualizando los roles y creando personajes que tienen vínculos, que tienen una vida personal que nos resulta familiar, estamos incluyendo temas que antes no se tenían en cuenta, como puede ser la maternidad, la violencia de género y el ambiente doméstico.
- SNN – Se le une a los movimientos de LGTBI, ¿cómo ha influido en su obra?
- PGV – Que en las novelas que he publicado hasta ahora existan personajes LB (lesbianas y bisexuales) tiene que ver con una decisión personal y política, no con una influencia. Si se le puede llamar “movimiento” LGTBIQ+, como persona sensible me influye tanto como el feminismo y cualquier otra desigualdad social o injusticia. Como autora, trato el tema de forma natural, dándole la importancia justa que demanda la trama. Y, si bien, el público LGTBIQ necesita de referentes y visibilidad en la literatura (y en el resto de expresiones artísticas), para el público heterosexual resulta anecdótico que algunos de mis personajes sean bisexuales o lesbianas; le dan tanta importancia como al resto de características.
Es obvio que el papel de la mujer en la novela negra está cambiando, como lo hacen los tiempos. La novela negra se nutre de la actualidad y de la sociedad. Si en pleno siglo XXI se siguiera reproduciendo el arquetipo clásico femenino, no sería verosímil.
- SNN – Los personajes LGTBI dentro de la novela negra están apareciendo con fuerza, podemos hablar de Susana Hernández con su Rebeca Santana . ¿Usted cree que los personajes LGTBI han llegado a la novela negra para quedarse?
- PGV – Los personajes LGTB existen en la novela negra desde el principio de esta, aunque han sido personajes minoritarios y maltratados. Igual que los personajes femeninos han cambiado a la par que la sociedad, también los personajes LGTB están evolucionando, adquiriendo predominancia y apareciendo con asiduidad en la literatura en general, en la negra en concreto. Por supuesto que han llegado para quedarse. Las personas LGTBIQ+ existimos. Si defendemos que la novela negro-criminal es un reflejo de la sociedad y la queremos dotar de verosimilitud, lo suyo es que estos personajes estén presentes en toda su diversidad.
- SNN – Eres una escritora que ha recibido varios premios y que ha estado presente en diversos festivales de novela negra ¿Se siente reconocida? ¿Está contenta con lo conseguido?
- PGV – En blanco y negro es la primera novela de género que me han publicado hasta el momento y con ella me han invitado a la Feria del Libro de Madrid, a la de Onda, a varios festivales de novela negra, al club de lectura de las Casas Ahorcadas…. He sido finalista en Cubelles Noir y se ha llevado el III Premio Britt, además de las reseñas que está recibiendo por parte de compañeras y compañeros reconocidos. Me siento feliz pero, sobre todo, muy agradecida porque me hayan tenido en cuenta. Todo esto es mágico, aunque el trabajo que hay detrás no tiene nada que ver con la magia. Me lo tomo como unas vitaminas para afrontar futuros proyectos.
- SNN – La vida no trata de encontrarse a uno mismo, sino de crearse a uno mismo. Dijo Bernard Shaw. ¿La literatura le ha ayudado a encontrarse?
- PGV – La literatura me ha ayudado a no perderme. Mi vínculo con lo artístico es muy temprano. Durante años me dediqué al teatro y al cine profesionalmente, la literatura era una vía más de expresión. La necesidad de pagar las facturas provocó que abandonara la vida bohemia, pero seguí escribiendo. Eso me ha mantenido fiel a mi esencia como creadora.
- SNN – Dicen que al éxito nunca se llegará por ascensor, si no utilizando las escaleras ¿Cómo son las suyas y en qué piso está?
- PGV – Las mías son como las de casi todo el mundo: suben y bajan. Y estoy cogiendo carrerilla para empezar a subirlas.
- SNN – Háblenos de sus proyectos.
- PGV – Estoy trabajando en dos novelas ―en una más que en otra, la verdad. Por desgracia, soy de esas autoras incapaz de trabajar en más de un proyecto a la vez―. Una es policíaca y otra un thriller psicológico. Después de tres novelas que transcurren en épocas y lugares lejanos a mí (1912 Inglaterra, 1950 Los Ángeles y 1992 Oaxaca), me tomo un descanso de tanto viaje en el tiempo y las sitúo en Barcelona, en la actualidad. Estoy centrando la documentación en los temas, que son suficientemente complejos como para que me vaya a países en los que no he estado o épocas que no he vivido. Aún no puedo concretar nada más.
- SNN – Déjenos una frase negra.
- PGV – Una de rabiosa actualidad, de John Verdon: «El mercado de la basura es más grande que el mercado del comentario sensato e inteligente. (…). Es el abecé de la economía de los medios».
Gracias Prado por tu tiempo. Deseando compartir conversaciones contigo y seguir aprendiendo más de este mundo que nos rodea y donde nos queda tanto por recorrer.
©Entrevista: Beckett & Hawk, 2020.
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