DESAFIO 59′ de Javier Marín por Antonio Parra
Título
Desafío 59’
Datos publicación
Knowmadas Books. Murcia 2023. 508 págs.
Datos del autor
JAVIER MARÍN empezó a escribir relatos cortos hace unos años hasta que en Junio de 2020 autopublicó su primera novela, Tablero mortal (III Premio Icue Negro 2021 en Cartagena Negra), con la que inicia una serie de novelas basadas en el mismo equipo de investigación. En mayo de 2021 vio la luz la segunda, Descenso al abismo, y cerró la serie de Marco Duarte con Enigmas para un rey.
Sinopsis de la obra
El hallazgo del cadáver decapitado de una periodista apunta a un solo culpable: Samuel Castillo, cuya anodina vida se convierte en una frenética carrera contra el mundo. Con la policía pegada a los talones y la sombra de una conspiración que escapa a su entendimiento, la ayuda de dos personas en su misma situación es el clavo ardiente al que agarrarse para una posible salvación.
En un teatro de farsas y mentiras, el enemigo puede estar oculto en cualquier esquina. Descubrirlo supone exponerse a ser el protagonista involuntario de una trama de peligros, poderes y escenarios imposibles, los que conforman el infierno y lo contienen entre cuatro paredes que se multiplican hasta crear un laberinto de muerte del que, tal vez, sea imposible escapar.
Reseña
ALTA TENSIÓN
Dicen las definiciones oficiales que un thriller es una película o novela de suspenso o misterio que provoca una fuerte tensión emocional en el espectador o el lector. Y uno se pregunta al cerrar las páginas de esta novela si Javier Marín se ha leído dicha definición, o incluso si la tiene enmarcada en la cabecera de su mesa de trabajo.
Porque esa tensión, tan presente en las entregas de la serie de Marco Duarte, se ha multiplicado ahora hasta unos límites que rozan el alto voltaje, a juzgar por la manera en la que logra atrapar al lector, agarrándole con firmeza y sin ninguna intención de soltarle por muchos capítulos que pasen.
Y volviendo a su serie, cuando un autor da por terminada una de estas sagas, lo normal es que pase por un momento de vértigo: abandona un territorio conocido y que al lector también le es familiar, renuncia a unos personajes con los que quizá se haya encariñado, tiene que fabricar un nuevo universo… En fin, razones de peso para tomarse el paso siguiente con mucho cuidado.
Pero al leer las andanzas de Ayla, Samuel o Carlos, o ver el trabajo policial de Diana y Roberto, parece que Javier Marín ha solventado con soltura, y hasta con creces, todos esos posibles miedos. Eso se desprende al ir leyendo una trama en la que se entremezclan los crímenes sádicos, los sospechosos demasiado fáciles, las personas que se rebelan ante la culpabilidad diferida, o incluso la presencia de turbias organizaciones practicantes del mal.
Y luego está el juego, claro, lo lúdico, esos desafíos que el autor nos regala para que, sentados en la comodidad de nuestro sillón, intentemos resolverlos, quizá al tiempo que deben hacerlo las víctimas si no quieren convertirse en tales. Hay retos matemáticos, de lógica, toda una serie de ingenio con la que el autor va encendiendo las mechas que harán explotar las distintas líneas de tensión narrativa.
Aun así, todo lo que se diga aquí es poco, sobre todo cuando la novela se adentra en su último tercio, que es cuando llega la hora de la verdad y cuando estos personajes, más algún otro que descubrirá el lector, tienen que dar su verdadera talla. Les aseguro que les va a faltar el resuello y, lo más curioso, cuando lleguen desearán que el final no se produzca.
©Reseña: Antonio Parra Sanz, 2023.
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