VESTIDO DE NOVIA de Pierre Lemaitre por Beckett & Hawk
Ya he terminado de leer “Vestido de novia” de Lemaitre. También soy consciente de la admiración que despierta este escritor, entre los que me incluyo, y la pasión que despierta esta novela del galo. Por eso tengo que decir que después de cerrar mi libro puedo jurar que sufro de bipolaridad diagnosticada. Hay algo que se remueve en mi interior, una especie de alien que está a punto de salir. Es como una sensación de que algo no va bien, de que algo no me cuadra, hay algo que no me engancha, que no me arrastra hasta el fondo del entusiasmo. Yo me muevo por sensaciones, por emociones que me provoca la literatura, que me provoca el negro sobre el blanco. Y aquí hay un click que no me ha funcionado. Hay algo en la novela que no me ha despertado ninguna sensación , lo que me ha provocado un poco de tedio. Y por otra parte creo que con el paso de las hojas la cosa ha ido mejorando, ha ido remontando desde el mismo suelo. Lo que explica mi bipolaridad. Quizás estoy echando de menos, quizás demasiado, al bueno de Verhoeven.
Vestido de novia nos habla al principio de Sophie Duguet y de su extraña historia personal, toda ella llena de desgracias y donde sin saber lo que ocurre se van sumando cadáveres a lo largo de su camino. La segunda parte está contada por otro de los personajes, del que no puedo hablar para evitar suspicacias. Y en la tercera parte se cuenta la relación que se inicia entre ambos.
Tengo que decir que no me parece una novela negra, creo que tiene unos tintes que rozan el thriller psicológico, que no es precisamente lo que yo buscaba. Uno sabe que algo no funciona cuando te das cuenta que cuando lees estás pensando en otra cosa, síntoma claro que no estás de lleno en la historia, o cuando empiezas a mirar la hora, o empiezas a mirar por la ventana. Quizás sea el momento de parar, cosa que yo no puedo hacer, como otros tantos lectores tengo que acabar lo que empiezo. Pero este empeño mío en seguir hasta el final me ha permitido ver como poco a poco la novela ha ido cogiendo peso y ha conseguido hacerme olvidar el bourbon con hielo que me esperaba encima de la mesa.
Pero a pesar de que la novela mejora poco a poco tengo que decir que no me ha entusiasmado. Al principio era como una especie de bucle del cual no conseguía salir, unas ganas locas de decirle a Lemaitre “despierta francés, despierta!” cosa que no puedo negar que hice en algún momento. Pero también tengo que decir que Lemaitre es un gran escritor y que el Noir francés es de lo mejorcito que corre por esa Europa llena de novelas pretendídamente negras que vienen de la península escandinava.
Pero dejadme que os de un consejo, leer a Lemaitre nunca es perder el tiempo (aunque a veces lo parezca).
©Reseña: Beckett & Hawk, 2020.
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