Moscas, de Agustín Pery- Reseña
En Solo Novela Negra presentamos una nueva reseña. Esta vez se trata de ‘Moscas’, novela de Agustín Pery
Título
Moscas.
Datos publicación
Editorial Pepitas de Calabaza. Logroño 2018. 107 págs.
Datos del autor
Agustín Pery Riera (Cádiz, 1971) estudió Ciencias de la Información. Durante 23 años trabajó en el periódico El Mundo donde ocupó diferentes puestos. En 2007 fue nombrado director de El Mundo/El Día de Baleares y hasta 2013 destapó junto a su equipo varios de los escándalos de corrupción política más relevantes en la historia de Mallorca. Fruto de esas experiencias es Moscas, su primera novela. En la actualidad vive en Madrid y trabaja en el diario ABC.
Sinopsis de la obra
¿A qué huelen las nubes de esta novela? Las nubes de esta novela huelen a podredumbre. El asesinato de un periodista de investigación en la isla de Mallorca y la torpe serie de acciones y reacciones que desencadena sirven como hilo conductor a esta trepidante narración. Un magnífico thriller que retrata -con un estilo conciso y directo, y con gran conocimiento de causa- las relaciones que tejen y anudan la corrupción en España.
Es esta una narración dura –violenta en muchos aspectos- como no podía ser de otra manera, pues la voz del narrador se acerca a la del protagonista principal, un policía nacional curtido en las alcantarillas de la lucha antiterrorista y sobrado de testosterona.
Reseña
Intensidad
Conocer el paño y atreverse a contarlo, ésos son los dos mayores impulsos que pueden haber llevado a Agustín Pery a escribir una novela dura, intensa, a ratos amarga, en la que se dejan al aire un buen puñado de miserias de la sociedad mallorquina, en concreto de los palmesanos, cuando muchos de sus dirigentes callaban y seguían a lo suyo, como ocurrió en otros muchos lugares, sin duda, pero aquí contado con una extraordinaria habilidad.
No en vano la profesión del autor le permitió conocer de primera mano un buen surtido de corruptelas y amaños, acaso los mismos que se ve empujado a investigar Iñaki Altolaguirre, un tipo sin pelos en la lengua ni en la conciencia, dispuesto a llevarse por delante a quien sea, él, que viene de dedicarse al orden público en un entorno abertzale, o sea, que más curtido ya no se puede estar en lo tocante a desprecios y peligros.
La muerte de un periodista que sacudía avisperos corruptos marca el arranque de una trama que es una mecha, y con cada muerto se arranca la llama para el siguiente, ya sea plumilla, abogado o cura testaferro. Y da igual también que el ejecutor sea un sicario del este de Europa, una dama de rasgar braguetas y carteras, o que aparezcan prestamistas dueños de mil y un secretos.
Por encima de todos ellos se mueve Alto, tan capaz de morder una pista como de hacer lo propio con una juez de bandera, y siempre dejando muy al descubierto los entresijos de la clase dominante palmesana, que tiene mucho que callar ante estas muertes sucesivas. El mensaje final de Pery, o al menos uno de ellos, es tan terrible como demoledor: hay que correr más que el adversario, para que las moscas que hociquean en la porquería no terminen por posarse en uno mismo, cuando sea ya cadáver. Intensísima novela.
Texto: ©Antonio Parra Sanz, 2018.
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