TOXIC DETECTIVE de Claudio Cerdán y Sergio Carrera por Vicente González
He de confesar que es el primer cómic o novela gráfica, disculpen la ignorancia, que leo en muchos años. Me decidí a comprarlo cuando oí la entrevista que Alejandro Moreno Sánchez, en su podcast “La inicial Escarlata”, realizó a sus autores: Sergio Carrera encargado de las ilustraciones y Claudio Cerdán de los diálogos. Sí, el mismo Claudio Cerdán de los “Cien años de perdón” o “Los señores del humo”.
La historia arranca en “media res” con el protagonista en el suelo diciendo sus últimas palabras antes de que un hombre le
dispare. “Es el momento de suplicar, pero tengo la garganta tan irritada que apenas puedo hablar”. El protagonista, Ray, sufre de “sensibilidad química múltiple”. En decir, no puede salir de casa sin enfermar. Por ello, vive recluido y pide todo a domicilio, hasta el amor. Habla a diario por internet con una mujer, Sweet. Sin embargo, un día, Sweet no se conecta. Convencido de que le ha pasado algo y, ante la inacción de la policía, decide salir a la calle en su búsqueda. Todo esto, los autores nos lo sintetizan en una sola viñeta angustiante.
La ciudad es un descenso al infierno. Ray, con más de caballero andante que superhéroe, transitará por una ciudad tóxica, con sus habitantes tóxicos. Todo ello, en una atmósfera pesante y amenazadora creada con claroscuros, sombras y perspectivas que cobran vida en tu imaginación, como una película. No les cuento más, disfruten de los diálogos y de cada dibujo.
Un consejo: cuando terminen de leerlo, reléanlo. Seguro que lo disfrutarán aún más. No faltarán guiños al lector que repara en los detalles, menciones a clásicos literarios o cinematográficos y palabras y escenas donde se deja patente la contradicción entre realidad y ficción, la apariencia y la cruda, nunca tóxica, verdad.
©Artículo: Vicente González, 2021.
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