Resto mortales de Donna Leon por Toni Fernández
Cuando empiezo una novela, me gusta dejarme llevar por la historia, sin prejuzgar quien es en este caso, el escritor de la misma. En este sentido, los compañeros de la editorial me habían manifestado que esta novela, había sido escrita por una autora italiana, y que formaba parte de una composición de libros sobre un policía italiano (Brunetti). Además del éxito que había tenido en su formato escrito, había pasado a la pequeña pantalla, a través de una serie.
Por este motivo, aún más, aumentaron mis ganas de leer, adentrarme en la historia que me formulaba la escritora.
En principio, me encontré con una novela, muy bien escrita, con un lenguaje cuidado, y sencillo, que permite al lector a seguir el relato con facilidad. Mientras consumía sus páginas, empezaba mis ansias por descubrir un relato policiaco, donde la trata de la acción, me hiciera vivir la historia, y me enganchara a ella.
Sin embargo, me pasé tres cuartas partes del libro, con ganas de saber, cuando pensaba el clímax del mismo, y cuando descubriría la verdadera historia de misterio policiaco. Pero no era así, sino que me encontré con una guía de viajes, de los parajes de Venecia, y sus alrededores en verano. La verdad, es que cada vez sentía, que el libro que era más un relato para cuando uno se encuentra en un estado de estrés laboral, que el descubrimiento de un misterio policial.
Solo al llegar, a las últimas tres cuartas partes de él, pude entender que era un alegato, a la naturaleza, y a la destrucción del ecosistema que llevamos a cabo, a través de los procesos productivos de las empresas. Y como estas, a través de los cauces políticos, y la corruptela que existe, quedaban impunes ante tales delitos.
Es más, aun así, y esperando un desenlace, que me produjera la satisfacción de poder resolver el caso, me encontré con una incógnita, y con la reflexión que todo lo que podemos realizar para cambiar las cosas, no tiene sentido, dado que el poder, y el dinero, es mucho más fuerte, que cualquiera de las acciones punitivas que se puedan ejercer sobre estos hechos.
Siento no haber encontrado en esta novela, aquella chispa, que haga que desee devorarla, cada vez que subo al tren, y dispongo de mis 45 minutos de soledad, para leer, y descubrir los misterios que me trasladan las novelas.
Es una buena novela, sin duda, pero me ha faltado algo, pero como dicen los «dires»…leed malditos y sacad vuestras propias conclusiones.
©Reseña: Toni Fernández, 2021.
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