MUERTE EN HAMBURGO de Craig Russell por Beckett & Hawk

“Muerte en Hamburgo” es el primer caso de Jan Fabel, una aparición a lo grande en la literatura negra. Mitad escocés y mitad alemán, nos presenta la ciudad de Hamburgo como un escenario fantástico para que el escritor pueda desarrollar con maestría una historia llena de aristas, y repleta de personajes que se cuelan en nuestra retina a golpe de emociones.

Yo había leído su serie Lennox, una buena secuela de otro gran personaje, pero que en este caso sus pasos nos llevaban al Glasgow de los años 50, y sabía que el bueno de Craig no me iba a desilusionar. Él tiene algo que consigue que el lector se mueva entre la oscuridad que rodea muchas de las calles de estas grandes ciudades, que sienta la humedad que las envuelve y que se deje coger de la mano para palpar la tristeza y la angustia de la gente que las habita.

En la primera de seis novelas planificadas y desarrolladas en la ciudad alemana de Hamburgo, el Hauptkommissar Jan Fabel investiga una serie de violentos asesinatos. En todas las víctimas, los pulmones han sido extraídos de los cuerpos, imitando así, un antiguo rito vikingo. Mientras Fabel avanza en la investigación, va quedando claro que se trata de algo mucho más complejo que el trabajo de un simple psicópata; está sucediendo una historia compleja y extraordinariamente desarrollada. Muerte en Hamburgo invoca el moderno mundo criminal de Hamburgo, a la industria del sexo y actividades terroristas del pasado y del presente.

Craig Russell fue policía y a fe que se nota, dota a la novela de esa especie de sentido y de realidad que sólo alguien que conoce ese cuerpo es capaz de transmitir. Pero también es un buen escritor, un creador que nos hace que la novela sea entretenida, que nos despierte la curiosidad por seguir leyendo y que nos invite a no dejarla hasta el final, aunque el final no sea el que esperábamos. Él es el culpable de que nos quedemos con la boca abierta y con la rabia contenida. Pero no quiero estropear el final a nadie y solo el que llegue hasta las últimas páginas podrá entender de que hablo.

Craig Russell recoge entre sus letras la tradición anglosajona del gusto por la novela negra, tiene en su pluma esa influencia que hace que los amantes de la novela negra nos sintamos como en casa, porque es la tradición que nos gusta y porque aún nos hace creer que vale la pena seguir en la brecha.

Russell se convierte con Jan Fabel en un escritor al que hay que seguir y del que se puede esperar un poquito más, porque materia y conocimiento tiene. Le falta poco para ser un grande, le falta un gran libro, aquel que lo lance definitivamente al universo negro y estrellado. Le falta profundizar un poco más en sus personajes y le falta la tensión necesaria para hacerse imprescindible.

Pero sin duda Fabel vale la pena y sus libros también. Por eso hacedme caso y leed, ya sabéis que todos los lectores de novela negra estamos malditos y como zombis buscamos la carne fresca de un buen libro.

 

©Reseña: Beckett & Hawk, 2019.

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