LOS DÍAS FELICES de Benito Olmo por Beckett & Hawk
Benito Olmo (Cádiz, 1980) es un escritor exiliado en Frankfurt am Main, a pesar de su nulo dominio del idioma alemán. Ha desempeñado oficios muy diversos, como el de «rellenador» de saleros, constructor de castillos en el aire, agente secreto y huelebraguetas sin licencia. En otro orden de cosas, es autor de varias novelas. Las últimas son La maniobra de la tortuga (adaptada al cine) (Suma, 2016), La tragedia del girasol (Suma, 2018) y Desajuste de cuentas (Storytel Original, 2019). Ha sido finalista del I Premio Aragón Negro/La Trama, del III Premio Santa Cruz, del Premio Tormo Negro-Masfarné 2019, del I Premio Negra y Mortal y del III Premio Cartagena Negra a la mejor novela publicada en 2018.
El detective Mascarell y Ayla vuelven a verse envueltos en los negocios más turbios de Frankfurt.
Ayla lo tiene todo en contra. Tiene dieciséis años, es inmigrante, se gana la vida boxeando y, por si fuera poco, debe cuidar a su padre enfermo de alzhéimer. La irrupción de alguien de su pasado la obligará a tomar parte en un peligroso juego de favores, deudas y engaños. Además, propiciará el reencuentro con Mascarell, un desastroso detective embarcado en un encargo de lo más peculiar. Mientras tanto, se desarrolla una lucha de poder por manejar los hilos del lado más oscuro de Frankfurt que acabará salpicando todo de sangre.
Benito Olmo regresa con una novela negra de muchos kilates que pone el foco en el negocio de las peleas clandestinas y en las redes de explotación de mendigos.
A veces, en lo más profundo de el ostracismo podemos encontrar algún resquicio de solidez, y eso, es lo que nos genera esta novela, solidez.
Para empezar nos encontramos con una pequeña recomendación del autor de jugar con la novela ofreciéndonos una lectura «salteada» en forma de entrevista que se va desgranando durante la novela o hacerlo de la manera habitual. Yo me acogí a esta segunda, con mi memoria de pez, estoy seguro que volvería a leerme todo de nuevo.
En mi caso, y como siempre decimos tanto para lo bueno como para lo malo que somo una entidad subjetiva narrando una experiencia propia, tengo que decir que sabes que has dado con un buen trabajo cuando el escritor con cuatro pinceladas a sabido describirte el perfil de los personajes, y esto a Benito Olmo se le da pero que muy bien.
El desarrollo de las historias que se entrecruzan en la obra es de lo más correcta y te permite adentrarte en ese mundo de un Mascarell que nos evoca a los detectives a la antigua usanza, esos a los que les tenemos tanto cariño y que son tan reconocibles.
Con algunos párrafos que me obligaron a leérmelos más de una vez, no porque me perdiera, si no por mero disfrute, LOS DÍAS FELICES son aquellos en las que en tus manos cae una buena novela.
©Reseña: Benito Olmo, 2023.
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